Comentando: Salem Temporada final

Salem es una serie estadounidense de Horror basada en los Juicios de bruja que se llevaron a cabo en la ciudad del mismo nombre en el siglo XVII. La serie ya fue reseñada por mí en este blog, para ser preciso, la primera y la segunda temporada. La tercera, la terminé de ver durante el pasado mes de Diciembre, y por una u otra razón, no la reseñe.

Hoy, después de ver unos episodios repetidos de la serie, y regodearme en la bella de Janet Mongotmery voy a dar mi comentario sobre el final.

Para quienes no sepa, esta serie trata los eventos ocurridos desde una perspectiva más fantástica; a pesar de que al principio de la serie yo pensaba que los elementos sobrenaturales solo serian referenciales y quedaría a juicio de observador interpretar si de verdad la magia era real. Lo cierto es que, después de la primera temporada, la serie subió el listo y se echó al rio. Aparecieron más personajes y la conspiración de las brujas de Wessex se hizo más grande, descubrimos a su vez que existen Aquelarres de brujas afrentadas para granjearse el amor de Lucifer.

A la par, la serie cobró una connotación política muy interesante: los “ángeles caídos” aspiraban a crear una republica, algo que me recordó mucho al Paraíso Perdido de Milton, es más la segunda temporada, donde el Diablo campa a sus anchas en Salem y trae a uno de sus hermanos, está fuertemente influencias por este poema.

Durante esta parte algunos personajes cobran relevancia, la Condesa de Marburgo pasa a un segundo plano, pero no pierde influencia a través de su hijo, quien se debate entre el amor y el interese. Otro personaje que cobra fuerza como conspiradora es Tituba. Pero quienes se llevarían las preseas serias Cotton Mather y Anne Hale, en ellos veremos los cambios más sustanciales, y que marcaran el ritmo de la historia. Es más, seria esta ultima quien, en una suerte de Deus Ex Machina resolverá el dilema que se planteará al final.

Anne Hale, de la inocencia a ser la Reina Bruja.

Anne Hale no detendrá el plan, sino que lo pospondrá, también demostrara dos cosas: 1) la gente tranquila es la más peligrosa, recordando el dicho popular que reza: “Señor cuídame de agua mansa, que de la brava me cuido yo” 2) que no hay nada más terrible en el universo que la ira de una mujer despreciada. Este último punto, curiosamente, es el que mueve a la mayoría de los personajes femeninos: desde Tituba a la Condesa de Marburgo, pasando por Mercy Lewis, Mary Sibly la Señor Hale.

En lo que respecta a Cotton Mather, veremos cómo este personaje pasa de ser un puritano intolerante e insufrible, a un borracho, para ser luego una suerte de héroe aguerrido, para volver a ser un borracho presa de la culpa, para luego ser un jugador astuto que termina sacrificándose por el bien de todos. Este último punto es interesante, porque si bien lo redime, también le hace pagar por los pecados cometidos (recordemos que mandó a la horca a un montón de sospechoso de brujería durante la primera temporada, sin que le temblara el pulso.)

Al final, cual circulo vicioso, se pretende retomar el plan de Mary, pero esta vez lo hará Anne quien es la nueva Samhain de Salem. Todo esto, es interesante, si no fuese porque el arco argumental del duelo entre Isaac y Mercy Lewis fue cerrado de sopetón. Dejándome, al menos a mí, con un mal sabor de boca, porque la evolución de Isaac y la relación paternal con Dorcas prometía mucho.

Al margen de todo esto, Salem es una serie la mar de interesante, entretenida que me mantuvieron al borde durante un buen rato. Enamorado de la Flaca Largata de Janet Montgomery, disfrut5ando de las reflexiones y discusiones entre Lucifer y Cotton Matter.  También fue placentero descubrir el personaje que el mismo Marilyn Mason interpretó en la serie, además de lo genial de la intro.

Esta es una serie que vale la pena, tristemente parece que no sentó cátedra. Habría sido genial, ver cómo le salían clones, como ocurrió con otras series como Black Sails, Spartacus y un largo etc.

Si alguna vez tienen la oportunidad de ver esta serie, no la desperdicien. Vale la pena cada momento.