Comentando y Recomendando: Delbaeth Rising: Camino de Odio.

Las oportunidades las pintan calvas; así reza el dicho. Para nosotros los “politólogos” las oportunidades son flirteos que nuestra Diosa, la Fortuna, nos manda para que aprovechemos la situación y alcancemos la gloria. Por eso, cuando vi que Víctor Blanco inició una campaña de promoción de reseñas para Delbaeth Rising, me lancé de cabeza en esa aventura; dije que tenía la pluma del ave de fuego —bicho muy buscado en el folclore eslavo— y un litro de sangre, y pregunte ¿Dónde firmo? Curiosamente el Sr Blanco aceptó mi propuesta, pero no preguntó ¿De quién era el litro de sangre?

He de comentar que muchas fueron las razones que me motivaron, la primera es que como están las cosas en mi país conseguir una novela como Delbaeth es rudo, y segundo porque este es mi tipo de literatura y siempre estoy dispuesto a ayudar desde mi pequeño feudo. Por eso, con mucha alegría y amor emprendí este viaje junto al gruñón Ratón y a su dispar amigo El Cortador.

Delbaeth Rising: Camino de Odio, resultó para mí un viaje placentero y, hasta cierto punto, de autodescubrimiento. He de confesar, que aquí hubo mucho aprendizaje. Más que mis lecturas de los grandes, valga la acotación.

Bien, me estoy adelantando, será mejor que siga mi pauta. La novela que vengo a comentar por aquí se titula Delbaeth Rising: Camino de Odio, fue publicada en febrero de 2016, a través de un proyecto de Verakrami, y apoyada por la editorial Ronin Literario, y vino de la pluma de Víctor Blanco y Gonzalo Zalaya. Dos autores que ya tienen carrera y terreno recorrido. Y que a pesar de ser un tanto disimiles resulta que son una suerte de dúo dinámico que solo había visto en la ficción.

Hecho este preámbulo vamos a lo que nos interesan:

TRAMA

 Una vieja fe resurge y no admite competencia. Verdaderas fortunas y un poder como nunca antes ha conocido el Reino se están amasando bajo la bandera de Aron, dios de los khalusi­tas. Su líder, Gumbald el Rubio, ha conseguido ascender de simple mercenario a hombre de confianza del rey.

Pero otro ascenso se está llevando a cabo desde los pozos de lucha. Elfo, loco, gladiador, héroe: Delbaeth el Cortador, última esperanza del consejero real para salvar el trono. Acom­pañado del mediano Ratón, Delbaeth desatará una tormenta de acero y sangre sobre las hordas de sacerdotes racistas que están persiguiendo a las criaturas no humanas.

Conoce a un héroe diferente y sumérgete en una Fantasía cruda y adulta. Aquí encontrarás hechizos, paisajes increíbles, conspiraciones, pero sobre todo combates. Muchos, muchos combates. Contempla, lector ávido de aventuras, el ascenso del Cortador.

Bienvenido al CAMINO DE ODIO.

COMENTARIOS

Bueno hecho el preludio vamos a análisis esta novela

En referente a la prosa: esta es amena y envolvente, la novela se puede leer de un solo tirón. Su ritmo es realmente fluido, tiene pocos o casi ningún momento muerto. Aunque si hay puntos donde se puede respirar. La prosa de esta novela es algo que me obsesionó un poco, pues tenemos a dos autores que son bien diferentes. Víctor y Gonzalo tienen estilos muy distintos, tal como me percaté cuando leí sus relatos cortos en la Revista CROM nº 2.

Víctor es más directo, dado a la acción con una prosa atractiva pero no elaborada y plagada de florituras. Por su parte, Gonzalo tiene una prosa más poética, más preciosista y profunda; hay un toque ilusión, cierta coloratura que te dice: todo va a estar bien.

Este contraste entre la prosa de los autores lejos de romper con la novela, hace todo lo contrario, pues ambos se complementan. Queda entonces un cuerpo narrativo interesante donde tienes escenas bien violentas, con expresiones hermosas y frases profundas dichas con coherencia. Hay, en cierta forma, dos tipos de poesía en el texto.

Mundo: El universo de Delbaeth combina elementos de la fantasía medieval clásica con elementos del estilo grimdark, esto se debe a que los autores apostaron por la fantasía adulta.  Pero, lejos de ser un universo clásico salido de las dragonadas noventeras, este tiene un toque muy particular, algo propio de la visión de los autores. Por ejemplo, nos encontramos a caballo entre el feudalismo y el imperio Romano. Se nota en el tipo de armas, los estilos de peleas y los nombres de algunos lugares. Otro elemento, diferenciador es la forma de hacer magia, especialmente la sanación, vinculada a la vida y las emociones.

Por último, es interesante como los autores abordaron el tema del worldbuilding. En vez de iniciar una perorata y hacer un despliegue de enciclopedismo, Víctor y Gonzalo fueron enseñándonos el mundo a través de las costumbres y personajes, un ejemplo de ellos son los visonios. Otra forma como nos dibujaron su mundo fue a través de los comentarios doctos de ciertos personajes.

Personajes: Nos encontramos en uno de los puntos más interesante, tanto de la novela, como del estilo grimdark. Los personajes que aparecen en esta novela logran uno de los principales reclamos del estilo: ser humanos y creíble. El protagonista, dista de ser un buen tipo. Es violento, atorrante, egocéntrico y loco, también a momentos peca de ingenuo o inocente, lo que pone en evidencia todo sufrimiento que le ha embargado desde su infancia.  Por su parte, tenemos a su compañero Ratón, quien es todo lo opuesto, donde el elfo es emocional, el mediano  es racional y pragmático. Cuando uno es alegre, el otro es hosco. Esto hace que  la dinámica Delbaeth – Ratón sea de verdad uno de los mejores puntos de la historia, y un gran contraste de la fantasía medieval y las dragonadas, donde la química generalmente es mecanizada. Este fenómeno es congruente con el grimdark, sino echad un ojo a la dinámica de personajes en la Mejor Venganza o en toda la Saga de la Primera Ley.

El personaje que más me ha gustado, fue Ratón sentí cierta empatía e intereses, por él y todos los medianos. Otro personaje, que para mí se lleva la presea, aun por encima del dúo dinámico, es Decoyen el mimetista.  Su personalidad o la ausencia de ella, está muy bien lograda especialmente a la hora de resaltar esa personalidad tan mercurial.  Junto con Ratón, es mi personaje favorito.

Trama: esta me gustó mucho, me pareció directa y sencilla, sin muchas pretensiones.  Aquí los autores van a lo importante sin ponerse con muchos cuentos o vueltas. En cuanto al politiqueo este está muy bien trabajado, yo pensaba que esa sería una de las patas cojas, especialmente cuando escuchaba o leía las sinopsis sobre esta novela. Pero resulta ser que no, la cuestión estuvo muy bien pensada y elaborada. ¡Vamos! No es una trama martinesca, pero está muy bien.

Conclusión: Delbaeth Rising: Camino de Odio es una excelente obra de la fantasía medieval adulta y grimdark en castellano, hecha por hablantes. Me parece que Zalaya y Blanco tiene algo muy bueno entre manos. Otro punto interesante, es la portada realizada por esa ARTISTA, sí en mayúscula, que es Darya Kuznetsova; quien ya hizo unos artes preciosos sobre las obras de Abercrombie.

 A esta altura de la reseña, surge la gran interrogante ¿le ves algo malo a la obra? bueno, sí hay algunos fallos, pero responden más a gustos, primero me hizo falta el mapa del mundo. Lo siento, yo soy lector de vieja escuela. Pero, ojo, me hizo falta a MI, en ningún momento eso desmejora esta obra. Otra cosa fue ese valle que hay en la novela luego que la pareja cumple su cometido, sentí que todo iba a terminar, que venía un cliffhanger y luego, boom, la cuestión rebota y estamos de nuevo en la acción. Esto, he de confesar que me choqueó un poco, porque dado lo que ocurre casi suelto la lágrima en el autobús. ¿Se lo imaginan? Un tipo de treinta y tantos llorando como un crio/tripón/pelao de 5 en el autobús camino al trabajo, por la muerte de algunos personajes con los que compartió vivencias. El show.

Dicho esto, no queda más que decir que este es  un producto que vale la pena apoyar. Para mí, si eres fan de este tipo de literatura, no hay desperdicio. 1000% recomendable. Por último, espero que Delbaeth asciendan y se mantenga en lo alto, y haya Cortador para rato.

¡Cortador! ¡Cortador! ¡Cortador!  Que la Dama Enki te siga sonriendo, y que Narana te acoja en sus brazos.