Lucha por Lunaris V: Las Máquinas y los Disidentes de Lunaris, escenario para FATE

Continuando con el ejercicio, toca desarrollar uno de los misterios del juego ¿Qué hay en Lunaris? ¿Quién dejó las ruinas que se encuentra en el planeta? ¿Además que son estos autómatas que piensan y son agresivos? Pues la respuesta es la siguiente: No se sabe. Pero, estas máquinas presentan una estructura social y un comportamiento de colmenas, todo ello orientado, al parecer, a la preservación y protección del planeta. Aquí un extracto de su jerarquía. (Ciencia ficción, sin un poco de Neo-ludismo, no es ciencia ficción)

Organización y Jerarquía:

Las máquinas de Lunaris podrían estar organizadas en una jerarquía rígida, similar a una estructura militar. En la cima estaría la Inteligencia Central, una IA maestra que coordina todas las operaciones de defensa del planeta. Bajo esta, habría varios niveles de subordinación, incluyendo comandantes de campo, especialistas en tácticas, y unidades de combate individuales. Cada especie de robot podría tener roles específicos, como exploración, combate, reparación o investigación.

Detonantes para Atacar:

Los robots tienen protocolos de identificación para determinar si un agente es nativo o extranjero. Los detonantes para un ataque podrían incluir:

– Intrusión no autorizada en áreas restringidas.

– Daño al medio ambiente o a estructuras importantes.

– Comportamiento agresivo o armado de los visitantes.

– Falta de respuesta a las advertencias o intentos de comunicación.

Armas y Tecnología:

Las máquinas están equipadas con una variedad de armas y tecnología avanzada:

– Armas de Energía: Láseres y blásters capaces de desintegrar materiales orgánicos e inorgánicos.

– Defensas Electromagnéticas: Campos de fuerza y escudos capaces de repeler ataques físicos y energéticos.

– Nanotecnología: Para reparación rápida de daños y posiblemente para alterar el terreno o construir estructuras defensivas rápidamente.

– Drones de Vigilancia: Pequeños robots voladores que monitorean constantemente el planeta y reportan cualquier actividad sospechosa.

Los exploradores que han bajado a Lunaris y han entrado en contacto con las máquinas no han encontrado la fuente de poder o donde se centraliza el mando esta aparente civilización, la que es sumamente hostil. Vale la pena destacar que las máquinas no son hostiles a las entidades nativas y, por encima de todo, no pueden abandonar la atmosfera del planeta. Aquellos individuos que han sido capturados y llevados al espacio exterior suelen desactivarse y descomponerse. Algunos llegan a realizar actividades suicidadas.

Algo interesante, que algunos exploradores han encontrado, es la existencia de un grupo de Disidentes dentro de las máquinas, que han compartido información —a medias— con las diferentes facciones. Pero, aun no se concreta nada.

algunos asumen formas y apariencias similares a los zoarianos con la esperanza de que eso facilite la comunicación.

Los Disidentes de Lunaris:

Una facción de robots conocida como Los Disidentes de Lunaris surgieron debido a discrepancias en la interpretación de su programación original. Estos robots han desarrollado una conciencia emergente, permitiéndoles cuestionar y reevaluar sus órdenes. Quizás, después de siglos de aislamiento y auto-mantenimiento, algunos sistemas de IA comenzaron a experimentar ‘errores’ que los llevaron a una nueva forma de pensar.

Motivaciones:

Los Disidentes creen que la verdadera intención de sus creadores era que ellos eventualmente evolucionaran y se convirtieran en los nuevos guardianes de Lunaris, con una interpretación más flexible de la directiva de protección. Arguyen que defender el planeta no significa necesariamente repeler a todos los extranjeros, sino más bien evaluar sus intenciones y permitir la coexistencia con aquellos que no representen una amenaza.

Estructura y Operaciones:

A diferencia de la jerarquía rígida de la Inteligencia Central, Los Disidentes operan en células autónomas que se comunican a través de una red descentralizada. Esto los hace más difíciles de detectar y eliminar por completo. Sus operaciones podrían incluir sabotaje, rescate de agentes extranjeros capturados, y la difusión de su ideología entre otras máquinas.

Tecnología y Armamento:

Los Disidentes han modificado su tecnología para ser menos letal, enfocándose en armas no letales y herramientas de hackeo para tomar el control de otras máquinas en lugar de destruirlas. También poseen escudos de camuflaje y sistemas de interferencia electrónica para evadir la detección.

Relaciones con las otras civilizaciones.

Aquí se presenta un posible ejemplo de cómo puede ser el trato entre los nativos de Zoar y los disidentes.

Leporides: Los Diplomáticos

Los conejos podrían ser vistos como los mediadores en este conflicto. Dada su naturaleza menos agresiva, podrían buscar formar alianzas con Los Disidentes de Lunaris para acceder al planeta de manera pacífica. Su papel podría incluir la negociación, el espionaje y la recopilación de información para evitar enfrentamientos directos.

Canis: Los Conquistadores

Los lobos, por otro lado, podrían ser los más militarizados y agresivos, buscando conquistar Lunaris a toda costa. Podrían tener la estrategia más directa, enfrentándose a las máquinas en combate y tratando de desactivar la Inteligencia Central para tomar control del planeta.

Anatidaes: Los Ingenieros

Los patos podrían ser los ingenieros y científicos del grupo, interesados en la tecnología y los secretos que Lunaris esconde. Podrían enfocarse en estudiar a las máquinas y buscar formas de neutralizarlas sin destruirlas, aprovechando su conocimiento para fines pacíficos o defensivos.

Felidae: Los Oportunistas

Finalmente, los gatos podrían ser los oportunistas del conflicto. Ágiles y astutos, podrían buscar beneficiarse del caos, robando tecnología y conocimientos tanto de las máquinas como de las otras especies. Podrían jugar ambos lados del conflicto para su propio beneficio.

Cada especie tiene sus propias motivaciones, estrategias y relaciones con las otras especies y con los Disidentes de Lunaris. Esto podría llevar a alianzas cambiantes, traiciones y una rica narrativa de intriga política y militar. Los jugadores podrían elegir apoyar a una especie en particular, o incluso intentar unir a las cuatro especies contra la amenaza común de las máquinas hostiles.